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Ella es portuguesa, por lo que no sorprende el gusto por el fado. Se llama Alexandra Coutinho y vive en Portland, Oregon, Estados Unidos de América.

Vino a Lisboa para conocer la realidad actual del fado en Lisboa, una casa de fado seria, y eligió este, Café Luso.

Junto con su compañero estadounidense y una pareja amigable, tuvieron una noche de fado notable: una larga cena con vino portugués, seducidos por todo el ritual y el entorno místico que define una casa de fado como esta.

Otro propósito era, en particular, difundir el fado en las tierras del tío Sam. Sabemos que, gracias a la apertura de rutas aéreas directas, cada vez más estadounidenses visitan Lisboa.

Una de las cantantes de la casa, Catarina Rosa, la verdadera anfitriona, la recibió calurosamente y, sabiendo que a Alexandra Coutinho también le gusta cantar, la invitó a interpretar algunos temas. Bajó la voz e hizo el bien público.

Cabe señalar que fue la primera vez que actuó acompañada de una guitarra portuguesa. Donde vive improvisa con otro instrumento, ¡a la manera portuguesa!